jueves, 10 de septiembre de 2009

APUNTE : HOLOANÁLISIS, PARADIGMA Y REVOLUCIÓN

Dijo Carl Gustav JUNG (1875-1961) que la psicoterapia es una relación dialéctica entre dos, “una discusión entre dos TOTALIDADES anímicas, en donde todo saber es solamente una herramienta”. Esta afirmación de JUNG nos recuerda el término HOLÓN, acuñado por el filósofo social Arthur Koestler(+ 1983). El HOLÓN es una TOTALIDAD que, a la vez, es PARCIALIDAD, un TODO que, simultáneamente, es también PARTE. Toda unidad individual es, al mismo tiempo, PARTE Y TODO.

Es precisamente este paradójico término HOLÓN, el que da nombre a nuestra Escuela Independiente de Terapia Holoanalítica (EITHA). Los holoanalistas trabajamos y vivimos con holones, es decir, con objetos personales o impersonales que son PARTE y TODO a la vez; también nuestra actitud habitual en la vida ha de ser holónica y cuando nos dedicamos a analizar en proceso psicoterapéutico, esa actitud ha de ser, con más razón, holoanalítica. Trabajamos con aparentes PARTES que realmente son TOTALIDADES. Por ello, el HOLOANÁLISIS exige un cambio radical del viejo y caducado PARADIGMA, que ha partido el UNIVERSO en partes, en partes insoportables.

El PARADIGMA viejo, a través del cual los seres humanos hemos entendido y vivenciado hasta el día de hoy al UNIVERSO, es un PARADIGMA basado sobre la creencia compulsiva en la SEPARATIVIDAD de todos los seres. Es decir, en ese caducado y nefasto PARADIGMA todos los seres están separados de todos. Se ha insistido tanto en esa SEPARATIVIDAD de todos los seres, que ese PARADIGMA engendró y fomenta el cáncer de la DESIGUALDAD de los seres, que, a su vez, engendra la GUERRA. Ese desgraciado PARADIGMA supone que hay seres superiores a otros y que, por tanto, hay dominadores y dominados, dueños y esclavos, privilegiados y desfavorecidos. Es un PARADIGMA desafortunadamente superficial porque sólo comprende y sólo acepta lo que capta en la superficie, en la apariencia; por ello ve sólo y compulsivamente SEPARATIVIDAD por todas partes. Su pánico a la profundidad le impide ver la UNIDAD esencial de todos los seres del UNIVERSO, por tanto su total IGUALDAD. Ese milenario PARADIGMA ha expresado la DESIGUALDAD de todos los seres en todos los niveles de la vida: la desigualdad de género como MACHISMO, la desigualdad económica como CAPITALISMO, la desigualdad religiosa como JERARQUISMO y DOGMATISMO, la desigualdad social como CLASISMO y NEPOTISMO, la desigualdad étnica como RACISMO, la desigualdad familiar como GENEALOGISMO y GENETISMO, la desigualdad laboral como PRODUCTIVISMO, la desigualdad política como COLONIALISMO y AUTARQUISMO y otras muchas desigualdades. En el mundo de la psicoterapia, el cáncer de la desigualdad se manifiesta, en su versión más nominalista, en aquello de EGREGIOS DOCTORES y pobres pacientes…

¿Captas tú alguna otra DESIGUALDAD engendrada por este milenario PARADIGMA?

El PARADIGMA que postula EITHA es el PARADIGMA HOLÓNICO, donde la visión superficial se abre también a la visión profunda, donde la vivencia de la SEPARATIVIDAD se complementa con la contemplación de la UNIDAD e IGUALDAD ESENCIAL de todos los seres del UNIVERSO. El HOLOANÁLISIS y, por tanto, EITHA viven la vida familiarizados con lo paradójico, con lo utópico, con lo ilógico, con lo incorrecto, con lo acientífico, con lo arreligioso, según los criterios separativos de este PARADIGMA. El HOLOANÁLISIS supone la EVOLUCIÓN; pero no le basta, exige la REVOLUCIÓN.

¿Puedes intuir de qué REVOLUCIÓN se trata?


Jaime Llinares Llabrés
Psicólogo clínico, holoanalista y profesor de EITHA

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