miércoles, 27 de mayo de 2009

A-DIÓS… A CARLOS CASTILLA DEL PINO

El viernes 15 de mayo de este año 2009 murió a los 86 años, muy de madrugada, el psiquiatra gaditano y académico de la Real Academia de la Lengua (sillón Q) Carlos Castilla del Pino. Nació en Cádiz en 1922, aunque fue en Córdoba donde, desde 1946, al año de haberse licenciado y doctorado en Medicina, dirigió su Dispensario médico. Le conocí a distancia cuando viviendo yo en Sevilla, a finales de 1974, recibí en mi consulta del CENTRO VIDA a una persona, en tratamiento con el Dr. Castilla en Córdoba, que buscaba a un psicoanalista porque se mudaba a vivir a Sevilla. Durante dos años esta persona se analizó conmigo mientras seguía medicándose con el Dr. Carlos Castilla.

A Carlos Castilla del Pino muy pocos lo conocen, porque fue un psiquiatra perseguido por el régimen franquista y por la psiquiatría reaccionaria e inmovilista, afecta a la dictadura del nacional catolicismo español.

El primer libro suyo que leí fue una compilación de artículos y conferencias, que vio la luz en mayo del ’68, con el título DIALÉCTICA DE LA PERSONA, DIALÉCTICA DE LA SITUACIÓN (Ed. Península). Quedé muy interesado por tres conceptos que Castilla del Pino presentaba con revolucionaria novedad: el concepto de PERSONA, el de SITUACIÓN y el de PSICOTERAPIA.

La PERSONA es “un organismo estratificado y pluritensional”. Esto ya lo sabíamos por las investigaciones psicológicas y psicopatológicas de Rothacher, de Hoffman y, sobre todo, de Lersch; también la meta psicología freudiana y la psicología dinámica en general, son estratigráficas; pero Carlos Castilla revindicó valientemente, en la España franquista, que el concepto estratificado de la persona supone dos afirmaciones reales: “a) que la persona es, al mismo tiempo, unidad y heterogeneidad” y “b) que la persona es un organismo en el que se lleva a cabo un desarrollo, una evolución”.Así como España no podía ser GRANDE Y LIBRE si era sólo UNA, tampoco el individuo unificado y uniformado sin pluralidad interior y exterior, gozaría de dignidad y de libertad. Para el régimen franco-nazi-fascista, no había evolución; sino dentro de los cauces rígidos y previstos del sistema El régimen franquista y la psiquiatría tradicional, monística y estática, sin paradojas y sin novedades, no digirió en nada el disparo del “psiquiatra rojo”. A partir de ahí, Carlos Castilla se enfrentó con el concepto de SITUACIÓN referido a la PERSONA. De hecho, “la PERSONA está siempre en SITUACIÓN, pero ¿qué quiere decir esto?”

La SITUACIÓN, para Castilla del Pino, es aquella parcela de la realidad total que a una persona importa y que le resulta posible captar. Por ejemplo, “el lactante está sólo en la realidad que capta a través de su boca, para el adulto hay otra realidad que para el lactante”. Sigue el Prof. Castilla diciendo que “la persona, pues, se hace mediante la interacción que como lactante, niño, adolescente o adulto tiene con la realidad que lo envuelve”. Esa parte de realidad es la SITUACIÓN. Castilla del Pino se atrevía a hablar de esto en la España nacional católica, en la que Pío XII en el Palacio Vaticano y Francisco Franco en el de Oriente, celebraban el dantesco “triunfo de la Cruzada española” de 1936-39. El aristócrata Papa Pacelli había condenado, en su famosa alocución de 1952, la Ética o Moral de Situación. Yo acababa de finalizar mi tesis doctoral en Teología Moral, en la que la moral de situación ocupaba un importante espacio. Me declaré totalmente “situacionista” y esto me valió mi cese como profesor de teología moral en la Facultad de Teología de Granada; años más tarde, pasó lo mismo en el Centro Superior de Estudios Teológicos de Las Palmas de Gran Canaria. En la ética o moral de situación se dice que las leyes morales de carácter y alcance universal, tienen que confrontarse con la situación particular de cada persona y de cada grupo. La situación es una parte de la realidad en la que una persona se encuentra, y con ella hay que contar para establecer la obligatoriedad moral de cada persona. Los antisituacionistas, con Pío XII a la cabeza, dicen que la moral situacionista barre a Dios del horizonte humano, teniendo en cuenta sólo a la persona en situación. Pero la verdad es que el único dios barrido es el dios lejano, burócrata y justiciero: el DIOS cercano, el DIOS AMOR, el DIOS JUSTICIA está implicado en cada situación de cada persona.
El Prof. Castilla del Pino, tuvo en cuenta esta misma SITUACIÓN en cada persona a la hora de plantear la PSICOTERAPIA. Por eso, llegó a afirmar que “el problema de toda psicoterapia, entendida como método resolutivo de situaciones conflictivas, es siempre, a mi entender, un problema ético”.

La PSICOTERAPIA. Para Castilla del Pino, la PSICOTERAPIA había que entenderla en un sentido amplio, muy amplio. “No se entiende sólo como actuación sobre anormales, como parece indicar el sufijo terapia. Sino como guía, como forma, más o menos sistemática, de conducir a una persona -cualquiera que sea- hacia el hallazgo del sentido que a su vida, o a determinados momentos de ella, debe dársele de verdad, de acuerdo con los valores de la realidad de su SITUACIÓN de ahora o de su SITUACIÓN permanente”. Añade el Prof. Castilla que “la razón de esta significación amplia que confiero a la psicoterapia, estriba en el hecho de que lo que separa a un neurótico de un normal no es algo cualitativo en lo esencial; sino tan sólo la capacidad de compensar o no determinada situación conflictiva… Es cierto que en el neurótico el conflicto se halla complicado por una superestructura, creadora así mismo de situaciones particulares…” Tener en cuenta la situación personal y social de la persona en psicoterapia, es estar mejor predispuestos a la visión y a la experiencia holoanalítica.
Gracias a Carlos Castilla del Pino por haber sido un hombre valiente, arriesgado y un psiquiatra progresista, investigador y pensador sin las derechosas orejeras de sus colegas del antiguo régimen…


Jaime Llinares Llabrés
Psicólogo clínico, holoanalista y profesor de EITHA

lunes, 11 de mayo de 2009

las variables incógnitas

Somos energía en movimiento, fluyendo o atascándonos. Hay cosas que favorecen el fluir y cosas que favorecen el atasco, variables que podemos observar en nosotros y en los otros. Observamos con estos ojos que tenemos, con este pensamiento, con los instrumentos con los que contamos ahora, pero no debemos olvidar"las variables incógnitas", no debemos despreciarlas , no sabemos lo que son pero sabemos que "son". Hay vida detrás de los velos. Despejar las incógnitas es la tarea de todo científico , despejar es saber , desvelar lo velado ha sido la tarea de los sabios de todos los tiempos , ¿cómo lo hicieron? , no teniendo miedo de enfrentarse a las variables incógnitas. Los pseudo científicos se mueven en el dogma , desprecian lo que no pueden tocar con sus torpes manos, el dogma es una pesada cortina de terciopelo negro que no deja pasar la luz de la SABIDURIA.

lunes, 4 de mayo de 2009